Emoción en el campeonado mundial de ajedrez, Ding Liren sobrevive "milagrosamente" al embate de Gukesh.
Foto: FIDE / Eng Chin An
Gukesh y Ding animan el campeonato mundial de ajedrez en la séptima partida
Martes 3 de diciembre, 2024. En vibrante encuentro, el gran maestro Dommaraju Gukesh puso a prueba los recursos defensivos del actual campeón del mundo Ding Liren, y el chino rescató el empate, lo que él mismo consideró como una especie de milagro. El resultado de hoy los deja con 3.5 puntos a cada uno, y necesitan lograr 7.5 si no quieren irse a los desempates.
Parece ser que Ding se llevó la mejor parte el día de hoy, al menos eso indicaba su sonrisa durante la conferencia de prensa inmediatamente posterior al enfrentamiento. Por su parte, Gukesh busca siempre silenciar sus emociones para no dar signos de desgaste o incomodidad. Bien valdría preguntar si es una buena estrategia, sobre todo cuando este tipo de enfrentamientos no es sólo un despliegue de capacidad mental sobre el tablero, sino tambien, o sobre todo, un juego de errores y aciertos humanos que hay que saber vivir, disfrutar o superar según sea el caso.
La partida arrancó con la defensa neo-Grünfeld (1. Nf3 d5 2. g3 g6 3. d4 Bg7 4. c4 c6 5. Bg2 Nf6 6. O-O O-O). La continuación, 7. Re1 dxc4, deja momentáneamente a las blancas con un peón de menos. A Magnus Carlsen le impresionó, porque no es común verlo en los campeonatos mundiales. De acuerdo con él, estas ideas probablemente son sugerencias de Grzegorz Gajewski, entrenador de Gukesh, porque, según el excampeón, a Gajewski le gusta proponer ideas “oscuras” o poco exploradas que en una primera instancia las máquinas detestan, pero que tras un mayor análisis se vuelven jugables. Y si bien tu oponente sabe que la posición está en igualdad de condiciones, lo crucial es que presentas a tu oponente con varias alternativas en una posición completamente nueva.
Otro de los momentos importantes llegó en el desarrollo del juego medio. Tras 29. Rxb5 Qd3, Ding propone un cambio de Damas, lo cual Gukesh rechaza. Y después de 30. Qf4 Qxc2 31. Bxf6 Qf5, Gukesh tenía que evitar de nuevo el cambio de damas de en los términos que le proponía Ding. Era mejor jugar 32.Bg5 y luego hacer el cambio de damas, para conservar el alfil de las casillas negras, el cual le ayudaría a defender el avance del peón de d5.
Aún con la imprecisión, al llegar a la jugada 40. Kf1 Ke5, momento en el que recibían 30 minutos extra en su reloj, Gukesh conservaba una ventaja de un punto de acuerdo con el módulo de análisis, pero según la narración en inglés del torneo de la FIDE, la IA pronosticaba que había un 70% de posibilidades de que la partida terminara en un empate.
Pero en la jugada 43 Gukesh ya llevaba ventaja de 2.2, pero hizo 44. Ke1 en vez de h4, que parecía más natural. Y de ahí en adelante le dio a Ding la oportunidad de jugar de forma precisa y para llevarse el empate y los aplausos por su resistencia en momentos clave.
En los resúmenes de la partida de Magnus Carlsen y Ian Nepomniatchi, se defiende la forma en que ambos jugadores tomaron sus decisiones, porque se entiende que no es lo mismo analizar con la ayuda de módulos de análisis y supercomputadoras que analizarlo por ti mismo durante un torneo tan importante.
Durante la conferencia de prensa, Gukesh aceptó que durante la mayor parte de la partida intuía que su posición era ganadora; de la misma forma, Ding, tanto en la partida como en la conferencia de prensa, sabía que era mayor su probabilidad de derrota. Eso es lo maravilloso de un juego que involucra precisión, manejo de emociones, pensamiento racional, intuiciones, errores y aciertos.
Bajo la coyuntura actual en la que se encuentran ambos jugadores, será importante ver si tras el día de hoy, que representa la culminación de la primera parte del torneo (7 de 14 partidas), ambos conservan la misma estabilidad emocional, mental o psicológica que les permita tomar mejores decisiones en las próximas partidas. Sobre todo en el caso de Gukesh, porque tuvo una posición favorable durante la apertura y el desarrollo, y en el final pudo haber rematado con blancas esa ventaja.